Mario es un argentino que sirve bifes argentinos en Móstoles. Pero resulta que hay muchos más Marios. Unos españoles, otros argentinos, otros portugueses… Y todos los que yo conozco tienen en común ser buena gente. O al menos lo parecen.
…
El amanecer de hoy tiene mejor pinta que el de ayer. Aunque todavía sopla el viento.
Hoy sí dejamos este camping de Lagos.
Así que toca recoger los bártulos.
Chas!
Mientras desayuno decido, tal y como hacía ayer, hacia donde ir.
Me han hablado bien de la zona de Porto Covo do Bandeira, al sur de Sines.
Sin embargo veo en el mapa Monchique, que tiene una pinta de carretera de montaña… Además en esa dirección aparecen unas ruinas romanas. Veremos.
De camino a Monchique veo un desvío cuyo nombre me llama la atención. No sé muy bien porqué, pero para allá que voy. Poco más de 10 Kms. y estoy en Silves.
Pueblito que resulta que tiene una catedral que es el máximo exponente del Gótico en el Algarve, y cuya construcción comenzó allá por el siglo XIII.
También tiene un castillo muy chulo con su algibe (s. XII) y las ruinas de lo que era una palacio.
Y a mi que lo que me había atraído era el nombre…
Terminada la visita volvemos para retomar el camino hacia Monchique. Una pasada de carretera de montaña. Sin duda la elección parecía haber sido buena.
Empeñado yo en encontrar esas ruinas romanas cercanas a Santa Clara y Luzianes, pregunto a unos paisanos en Monchique. Al fin y al cabo era una de las excusas de haber tirado para acá. Ponen cara de póker. Aunque me indican el camino hacia Santa Clara.
Curvas, curvas y curvas …
Supongo que esto quería decir que abandonábamos definitivamente el Algarve. Ohhhh.
Y llegamos al desvío de Santa Clara.
Y también al embalse, donde además hay una Pousada de a 90 pavos la habitación…
Así que ni me planteé comer allí.
Es curioso como en casi cualquier lugar hay un bar o un restaurante que se llama Casa Pepe. Bueno, pues en Santa Clara-a Velha también. Y allí me prepararon una sopa fría, que ellos llaman «gaspacho a alentejana», rica rica.
Santa Clara es un pueblo chulo, con casi todas sus casas pintadas de blanco y azul. Y donde parece que les cuesta llegar más a los turistas y a los guiris. Cosa que yo agradezco, pero que seguramente Casa Pepe no.
Y en el mismo Santa Clara me dieron ganas de pasar noche. Pero tuve fuerza de voluntad y continué mi camino tras, eso sí, disfrutar de un momentazo.
Empeñado estaba yo en mi búsqueda particular de esas ruinas romanas que ningún paisano decía conocer. Sólo un inglés en Luzianes me hablaba de un castro en dirección a Ourique, pero según mi mapa no podía ser. Aun así no me quedaba más remedio que continuar.
Y durante un buen trecho nos tocó esquivar loa agujeros de una carretera rota y traicionera. Los baches se camuflaban entre soles y sombras…
Entrar en uno de estos agujeros con esta moto puede ser fatal. Aquí no hay telelever, ni monoamortiguador trasero, ni ABS, … Aquí es horquilla telescópica convencional y amortiguadores traseros de dudosa eficacia, al igual que los frenos. Así que tenía que ir muy pendiente de la carretera para no cometer errores…
Conseguimos llegar a Sao Martinho, donde ya empezaba a temer por la gasolina. La autonomía de esta moto sin carga y a velocidades legales no va más allá de los 150-160 Kms., y ya pasaba de los 100. Lo peor es que no tenía muy claro si habría o no gasolineras en el camino, pero mucho me temía que no.
En Sao Martinho las únicas ruinas que conocen son una necrópolis perfectamente indicada. No creía yo que fuera esto lo que andaba buscando.
Cuando llegué al lugar casi me dan ganas de reír. La que estoy montando por encontrar unas ruínas. ¿Pero desde cuándo tengo yo este interés por buscar ruinas?
No contento con esto sigo preguntando … Nadie conoce más ruinas que estas, aparte de las que me hablaba el inglés de Luzianes, y que creo que me estaba tomando el pelo.
Ya no me importan tanto las ruinas y sí las gasolineras. Me confirman que tengo que llegar a Ourique. No me dejan muy claro si está a 30 ó 40 Kms. Pero para mí es crucial esa diferencia. En cualquier caso no me queda otra. Tengo que bordear todo el embalse de Santa Clara y ver si llego a una gasolinera. Además ya tengo que ir pensando donde voy a dormir si es que llego…
Consigo enlazar por fin con la IC1, carretera nacional. Esto ya pinta mejor. Estoy solo a unos 15 Kms. de Ourique, así que llego de sobra.
Y mira por donde el inglés no me engañaba.
Y aunque no creo que sea esto lo que yo busco (realmente no sé que es lo que tengo que encontrar)iré a ver, pero no quiero arriesgarme y me acercaré primero a echar gasolina. Ya aprovecho para preguntar donde dormir y me recomiendan una pensión en Ourique. Que pregunte por Sao Lorenzo a la entrada del pueblo.
Tras recorrer unos 10 Kms. llego al Castro da Cola. Dios que decepción. Ni siquiera hay foto del lugar. Cuatro piedras recolocadas que uizá tengan un valor arqueológico tremendo, pero …
Me vuelvo hacia Ourique.
Tras un par de vueltas encuentro la pensión, aunque en el cartel pone Hotel Romba. Hoy dormiré en cama.
Pregunto donde puedo cenar. Me recomiendan el bar
Escondidinho.
Lo emcuentro. Entro. Soy el único cliente. Encienden las luces para mí. Tienen pollo asado de este mediodía. Filete de pavo o de cerdo. O bien una especie de bacalao revuelto con huevos, pero que ya viene precocinado. Me voy decepcionado tras pagar el tercio de Sagres que me he tomado. (0,70 €)
El restaurante Mundial a la entrada del pueblo no me lo recomienda nadie (no sé muy bien porqué).
Otro paisano me recomienda acercarme a la churrasquería Rasposo que hay calle arriba, aunque cree que estará cerrado. Es un poco tarde ya, aunque no llegan a ser las 22,00 h.
Aparco la moto y entro. Están limpiando ya. Vaya. Tenia buena pinta con sus parrillas ya apagadas, pienso. Creo que esta noche como mucho tomaré café.
A punto de irme me preguntan si es para mí sólo. Les digo que sí. Me proponen compartir la cena que tienen preparada para ellos. Pollo en salsa con patatas, ensalada, … Me parece todo un detalle y acepto.
Cenamos juntos. Conversamos un rato. De motos (tiene una Heritage de 1985), de la buena o mala voluntad de la gente por querer comunicarse cuando hablan diferentes idiomas, de lo mal que van nuestros respectivos países, de algunas cosas que puedo ver en Portugal, de quien sabe si un día nos volveremos a ver, …
Y todo esto gracias a unas ruinas romanas que nadie conoce o que ni siquiera existen.
¿O quizá tenga que hacerme creyente como le ha pasado al amigo Miquel Silvestre?
Por cierto, sí, se llama Mario. Y frente a él, Sergio.
Muchas gracias amigos.
Ayyy ese bife de Mario, va a haber que hacerle una visitilla no tardando mucho.
Seguro que ese pollo en salsa te supo a gloria.
Que aventuras! Me das envidia! Ojalá algún dia pueda hacer yo eso, tiene que ser emocionante vivir todas esas experiencias! Te animo a que sigas subiendo fotos y continues contando tus variadas historias!
Suerte en tu búsqueda!
Gracias por los ánimos. Al menos sé que tengo dos lectores. 😉
La tarea de subir fotos y escribir me lleva una horita u horita y media todas las noches. Asi que se agradecen un montón los comentarios.
Y recuerda. Querer es poder. Bueno, quizá no siempre.