Buon giorno.
Por tiempo debemos estar a mitad del trayecto, aproximadamente. Mar picado, cielo gris. Lo que esperábamos…
No habrá sido la mejor noche en lo que a dormir se refiere, pero algo hemos descansado. Lo suficiente.
Lo suficiente para tener ya ganas de desembarcar y conocer esa preciosa, según dicen, ciudad de Roma.
Entretanto, vamos a ver si en alguno de los bares del barco nos ponen un capuccino para mojar las galletitas Príncipe que compramos ayer, como no podía ser de otra manera, en una tienda de chinos de la rambla.
Eso sí, espero que nos pongan las carreras, sino pasando de capuccinos y las mojo en un café con leche de los de toda la vida.
En breve más novedades.
P.D. Mientras soluciono el problema de la subida de fotos, si es que lo consigo, iré poniendo links a las mismas para que al menos se puedan ver.