Mis «sardininhas»

Pero que manía de empezar por el final…

Olvidé la almohada. Nada importante, pero entre eso y la poderosa ventolera nocturna he dormido a trozos. No pasa nada, ya dormiré mejor en otra ocasión.

Amanece nublado. Mucho. Parece incluso que vaya a llover. Cosa bastante improbable en esta época del año en el Algarve.

Mientras desayuno pienso si quedarme un dia más o no. Me gustaría ver las carreras, al menos Motogp.
Me quedo.

Caigo en la cuenta de que aquí es una hora menos. El móvil la ha cambiado sin avisarme…
¡Mierda! Son las 10,20 h. Ya habrán empezado las carreras. Convenzo a la camarera para que las ponga. Veo ganar a Faubel, tras un empate técnico con Zarco.

El cielo se ha despejado, aunque la ventolera sigue pegando fuerte.

Salgo hacia Sagres.

Y de camino me encuentro un circuito de «Blokarts». ¡Vaya, qué sorpresa! No lo puedo remediar y me doy media vuelta. Un poco de trail con la Harley y llego al «spot»

Lo ha montado un inglés con el que charlo un buen rato.
Llevo tiempo queriendo probar uno de estos juguetes. Habiendo abandonado un poco el «kitebuggy» y las cometas en general es algo que tengo pendiente.

Lo cachondo es que además andaba por allí un portugués (José Moleiro) que resulta ser el subcampeón de España en su categoría. ¡Qué bueno!

Chulo Sagres eh.

Llegada la hora de la comida doy buena cuenta de una dorada «fregquita» a la brasa. Deliciosa.

Pero más rica aún en un sitio con estas vistas…

Absolutamente recomendable. «A Tasca»

Tras la comida, y sin tiempo que perder, obligada visita a la fortaleza.

Arquitectónicamente no tiene nada. Son las vistas del otro lado de su muralla lo verdaderamente interesante. También, por supuesto, el viento, que allí sopla como si estuviera realme te enfadado con el mundo. Mi casco se lleva un par de recuerdos por este motivo. Me temo que la mayoría de las fotos de allí habrán salido movidas. Confiaremos en el estabilizador de la cámara.

En un rato estaremos allí. Cabo de San Vicente.

Hace un rato estábamos allá. Fortaleza de Sagres.

Seguidamente visito, en este orden, algunas de las playas de Lagos.

Porto do Mos

Ponta da Piedade

Praia do Camilo

Praia D. Ana
Vaya. Se me olvidó hacer foto con el móvil.

En Lagos termino dando una pequeña vuelta en moto por sus callejuelas del centro histórico. Chulo. Me pierdo un poco. Me encuentro y salgo hacia Portimao.

Directo a la zona que llaman «Ribeirinha», donde es típico comerse unas «sardinhas» a la brasa.

Y eso he hecho.

Dia redondo. Y encima victoria de «Pedosa» como decía hace unos años un comentarista de La 1.
Pocas ganas de escribir tenia hoy, pero hay que hacerlo. Además no imagináis el rollo que es subir fotos y escribir desde el móvil.

Acabé. Por fin.

Necesito un Bombay Saphire+Nordic. No hay Nordic. Oh.
Solo hay «sex». Digo Schweppes. What did you expect?
Y me lo tomo.

Hasta mañana.

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Una respuesta en “Mis «sardininhas»

  1. Menos mal que tenías pocas ganas de escribir, jejeje.
    Qué bien te me alimentas, veo que hambre no pasas.
    No has podido resistirte al «fuera pista» ehhhh. Vas a ponerle tacos?
    Jo, qué envidia, te lo he dicho ya?

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